Las aspiradoras robotizadas suman nuevas prestaciones, como el lavado húmedo, y pueden ser programadas a distancia desde el celular. Hay modelos para todos los presupuestos.
Por Ariel Hendler
La evolución de los robots lustraspiradores que limpian solos la suciedad del piso o la alfombra es un fenómeno bastante inadvertido en nuestro país, pero imparable a nivel global. Desde hace un tiempo, además, estos simpáticos discos de 30 centímetros de diámetro y hasta 10 o 15 de altura que se mueven y vibran por toda la casa vienen sumando nuevas prestaciones, como el lavado con trapo húmedo. Pero, sobre todo, la capacidad de ser manejados en forma remota gracias a la conectividad wifi, que permite accionarlos o programarlos para que hagan su trabajo mientras no hay nadie en casa.Un ícono a nivel mundial es la Roomba 980, de la firma estadounidense iRobot, con su sistema de aspiración AeroForce que garantiza una alta potencia de succión. Además, su sistema de navegación está provisto de sensores infrarrojos para detectar obstáculos y una cámara capaz de mapear toda la casa para saber dónde ya se limpió y dónde no. Se puede manejar con la aplicación iRobot Home, que además permite programarla para limpiar toda la semana y brinda un informe completo que indica, por ejemplo, si hubo algún obstáculo que es preciso remover para la siguiente sesión. Pero cabe destacar que los usuarios menos tecnologizados la pueden manejar también desde su simple botón de encendido sin necesidad de usar todas sus posibilidades.
Otro de los modelos más avanzados, el robot español Conga 3090, innova con su láser que escanea el ambiente para trazarse una hoja de ruta, y es capaz de limpiar a fondo alfombras con hasta dos centímetros de pelo. No solo es aspiradora y lustradora apta para distintos tipos de pisos, sino que, gracias a su depósito de agua que actúa por goteo, también lava con su juego de trapos húmedos incorporado.
En tanto, otro robot sumamente elogiado, el chino Xiaomi Mi Robot Vacuum 2, se destaca por su capacidad de subir obstáculos (alfombras o desniveles) y por su sensor láser ubicado en la parte superior del aparato, que escanea el entorno a 360 grados. Al igual que los anteriores y, en rigor, que casi todos los modelos avanzados, cuando está por quedarse sin batería vuelve por sí mismo a su base cargadora enchufada en la pared, se recarga y sigue con la limpieza después de regresar al mismo punto donde se interrumpió.
Por supuesto, también los hay más baratos y menos sofisticados: los precios arrancan desde $3500 y pueden llegar hasta $50.000, como para que todos tengan la posibilidad de contar con un robot limpiador.
CÓMO ELEGIRLO
• Tamaño. A los modelos más grandes les cuesta limpiar rincones, pero sortean más fácil los obstáculos, como alfombras altas o cables sueltos.
• Cepillos. Es muy recomendable que tenga un cepillo rotatorio central además de los laterales, aunque haya que limpiarlo más seguido.
• Autonomía. La duración de la carga no es una ventaja en sí misma, ya que muchos robots con sistemas eficientes de mapeado pueden limpiar mejor en menos tiempo.
• Economía. A un robot limpiador barato, con sensores poco sofisticados, se lo puede “ayudar” con métodos manuales como colocar tablas o paneles para guiarlo en su recorrido.
