Cómo ganar espacio en el desktop de la computadora para rendir mejor en el teletrabajo. Las opciones: sumar un monitor o comprar uno más ancho.
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Ante la certeza de que el home office llegó para quedarse, ya sea a tiempo completo o en forma parcial, muchos usuarios empiezan a sentir que las pantallas de sus computadoras les resultan insuficientes para la cantidad de programas y aplicaciones que se suelen usar en forma simultánea. Las opciones, entonces, son trabajar con dos monitores (e incluso más) o cambiar el que ya se tiene por uno con la pantalla más ancha.
En el caso de sumar un monitor, será posible tener muchas más aplicaciones abiertas, documentos en uso e información a la vista con una distribución visual más eficiente sin necesidad de minimizar y volver a maximizar constantemente. Aunque muchos lo ignoren, todas las PC vienen preparadas para hacerlo.
Las principales cuestiones por resolver serán, en primer lugar, la disponibilidad de espacio sobre la mesa de trabajo para ubicar un monitor adicional y, en segundo lugar, la calidad de imagen en las dos pantallas, lo cual dependerá de la capacidad que tenga nuestra PC; es decir, de la potencia de su placa de video, la que puede cambiarse por una nueva si es necesario.
Si no hay espacio para dos monitores, lo aconsejable es reemplazar el que hay por uno con una pantalla mayor en la cual se puedan tener a la vista todas las herramientas y los documentos en uso. Son los ultrawide (ultraanchos), llamados así porque tienen una proporción entre ancho y altura (también llamada “relación de aspecto”) igual o superior a 21:9, donde 21 es el ancho y 9 la altura. Vale aclarar que no son medidas exactas sino una proporción que puede adaptarse a muchos tamaños de pantalla, incluso una de cine.
La oferta es variada en este rubro y la inversión arranca desde los $30.000. Entre los que ofrecen una prestación más allá de lo básico se puede mencionar el LG 29WN600-W, de 29 pulgadas, con su estética esmerada casi sin bordes de pantalla; o el Samsung LU32J590UQLX, con pantalla de 32 pulgadas, resolución 4K e imagen Ultra HD. Cualquiera garantiza poder visualizar todos los elementos cómodamente, trabajar con múltiples ventanas y barras de herramientas, y disfrutar de fotos, videos y juegos con gran calidad de imagen.
En cuanto al uso de los monitores ultraanchos de 38 pulgadas (superior a 90 centímetros) o más, es útil saber que pueden llegar a dispersar la visión y que muchos de ellos tienen una pantalla curva, no muy recomendable para trabajos de alta precisión como dibujos técnicos o edición de fotos y videos. Pero, por supuesto, también habrá quienes les saquen provecho, por ejemplo para el gaming.
EL SEGUNDO MONITOR
Si se van a usar dos monitores, lo ideal es que sean de la misma resolución y tamaño. Si esto no es posible, se los debe configurar con distintos niveles de definición según la capacidad de cada uno. Eso se puede ajustar con el botón derecho del mouse sobre el fondo de pantalla, luego en “Configuración de pantalla” y por último en “Varias pantallas”, para que el propio sistema recomiende las opciones posibles. El segundo monitor se puede conectar en cualquier puerto HDMI o VGA (los que se ajustan con dos tornillos), e incluso hay accesorios como el splitter VGA, un conector cuyo cable de salida trae dos fichas para usar en dos monitores.
