Construyendo identidad digital

Una ONG de la ciudad de Buenos Aires realiza talleres con niños y adolescentes sobre el uso responsable de Internet y la protección de datos personales.

Por Magdalena Bagliardelli
Foto Gentileza Faro Digital

Hoy todos tenemos una identidad digital, usemos mucho o nada las redes sociales”, asegura Lucía Fainboim, responsable del área educativa de Faro Digital, una organización que trabaja para fomentar la ciudadanía digital en escuelas públicas y privadas.
En talleres de una hora y media, emplean juegos o videos como disparadores para que los estudiantes aprendan a diferenciar situaciones cotidianas que pertenecen al ámbito privado y aquellas que son del orden público.
Una de las problemáticas que aparece con mayor frecuencia es la difusión de imágenes sin el consentimiento de los jóvenes. “De 2500 estudiantes con los que trabajamos el año pasado, no hubo una división donde no surgiera el caso de la difusión de imágenes íntimas”, dice la formadora.
“Los chicos van construyendo su identidad digital desde pequeños y desconocen que lo que están publicando hoy el día de mañana puede tener repercusión. Por eso hay que aprender a usar las herramientas de configuración de privacidad y hacer un buen uso de contraseñas, entre otras acciones, para proteger nuestra información personal”, explica Fainboim.
“Nosotros pretendemos que adviertan que el día de mañana van a ser personas distintas, y lo que están subiendo ahora puede quedar disponible y molestar más adelante”, asegura.
La advertencia de la integrante de Faro Digital es que “una vez que algo se sube a Internet es imposible cuidarlo, porque no se sabe si otra persona lo descargó o hizo una captura de pantalla”. Y añade: “No hay que descansar en la idea de que como no soy famoso, no se va a viralizar”.

CONDUCTAS NOCIVAS
Además de la protección de datos personales, en los encuentros abordan cómo protegerse del grooming (ciberacoso sexual) y prevenir el ciberbullying (hostigamiento en la web), que son dos situaciones del ámbito real que se trasladan al digital.
“El bullying aparece un montón, siempre existió, pero antes no tenía correlato digital y ahora queda guardado en la nube. Antes, alguien víctima de bullying se iba a la casa y descansaba, hoy todo el tiempo está prendido a un hostigamiento. Se ve mucho escrache en redes y exclusión de grupos de WhatsApp y de juegos on-line en red”, señala.
Respecto a la participación de los docentes, “hay algunos muy preocupados porque les faltan herramientas y otros que no creen que los temas les incumben porque son fuera del aula”, comenta.
“Tratamos de mostrar casos reales, que son relaciones que sí pasan en el aula. La realidad de todos incluye lo digital, y vemos que hay temas que a los chicos los angustian y que se sienten solos”, concluye.

EDUCAR CON EL EJEMPLO

“A los padres también les damos charlas en la escuela y les explicamos que con lo que más se trabaja es con el ejemplo”, repasa Lucía Fainboim, ya que los chicos dicen que sus padres “están todo el día con el celular”.
Desde la ONG plantean que los adultos tienen la responsabilidad de educar a los chicos en el correcto uso de las redes, mostrarles qué contenido publicar, por qué hacerlo, y además, respetar a sus hijos, por ejemplo, si les piden que no suban una foto a las redes.
“Los hijos no necesitan consejos informáticos, sino acompañamiento y presencia de los adultos”, plantea. “Yo siempre digo que a usar un cuchillo por primera vez o a cruzar la calle te enseñaron, pero a utilizar Internet no”, advierte.