Maestros que inspiran

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En el mes de los maestros, recogimos un puñado de relatos de docentes finalistas del Global Teacher Prize, reunidos en el libro 50 docentes que están transformando Latinoamérica. Once de ellos son argentinos.

La historia de la educación argentina se puede contar a través de las huellas que sus maestros y profesores dejan en las aulas de todos los rincones del país como legado y testimonio vivo e inspirador de nuevas generaciones de educadores. 

Las “pequeñas grandes” hazañas cotidianas muestran que no hay una única manera de ser maestro, sino miles de modos creativos y situados, contextualizados en diversos territorios.

En estos caminos descubrimos que hay profesoras y alumnos que “telecolaboran” con estudiantes de otros continentes en diferentes lenguas. Otras que revalorizan la palabra escrita y rescatan la vieja comunicación postal, en un mundo marcado por el tiempo real. O que convierten el aula en set de filmación en idioma extranjero y cambian la carpeta analógica por una digital. Están quienes crean radios escolares, investigan como en los grandes laboratorios, resuelven problemas comunitarios y ambientales, y trabajan con la convicción de que los docentes son la semilla del futuro y, por eso, deben sembrar con pasión. 

En el mes en que se celebra a los educadores, Convivimos recoge un puñado de relatos de docentes que forman parte de la red Global Teacher Prize Ambassadors, integrada por los finalistas del Global Teacher Prize. Este es el mayor reconocimiento educativo del planeta, considerado el “premio Nobel de la Educación”, y lo otorgan cada año la Fundación Varkey junto a la Unesco. 

El libro 50 docentes que están transformando Latinoamérica, de la Fundación Varkey y de la editorial Santillana, reúne estos y otros testimonios esparcidos por todo el continente; entre ellos, los de once argentinos que hacen honor a su profesión y que son fuerza y germen de transformaciones sociales profundas.

“Cada comunidad tiene sus grandes docentes que todos los días hacen una magnífica tarea silenciosa. Ellos pueden transformar la vida de sus estudiantes y de la sociedad entera. Por eso, el desafío de todos es conocerlos y reconocer su tarea”, apunta Agustín Porres, director regional para Latinoamérica de Fundación Varkey.

Gisela Gómez en el aula.

PENSAR SOLUCIONES

Desde que Mariela Gaudagnoli, arquitecta y profesora de Tecnología, ingresó en la Escuela de Educación Técnico Profesional Nº 456 Hipólito Yrigoyen de la localidad santafesina de Gálvez, la desvela la necesidad de encontrar caminos que despierten el interés de sus alumnos para que disfruten mientras aprenden.

De manera intuitiva comenzó a implementar lo que hoy se conoce como el “aprendizaje basado en proyectos” (ABP), una metodología que incentiva a los estudiantes para que encuentren de manera colaborativa la respuesta a un problema concreto y luego piensen en una solución sin miedo al error.

En ese camino, en 2018 les propuso a los estudiantes de segundo año el desafío de resolver juntos el anegamiento de una zona de la escuela donde transitan con sus bicicletas y motos. Así nacería el proyecto “Adoquines ecológicos”, que se inició con entrevistas estudiantiles a los funcionarios de Gálvez –donde el uso de adoquines está reglamentado– y, luego, continuó con la exploración sobre cómo se fabricaba el adoquín convencional y la evaluación del uso de residuos inorgánicos generados en la escuela (y también en la ciudad) para reducir los desechos no degradables y abaratar los costos. 

Finalmente, después de un proceso industrial-artesanal que incluyó la molienda de plásticos y telgopor, los adoquines ecológicos salieron a la luz.

ABRIR CAMINOS

Martín Salvetti es profesor de Mecánica de los Motores, Conocimiento de los Materiales y Dibujo Técnico de la Escuela de Educación Secundaria Técnica Nº 5 “2 de Abril”, de Temperley, en el partido bonaerense de Lomas de Zamora. 

Salvetti cuenta que comenzó a trabajar como docente para pagarse los estudios, pero poco a poco su tarea lo atrapó por completo. 

Su intención siempre fue encontrar vías para motivar a sus alumnos y evitar que abandonaran la escuela.

Así, durante la crisis de 2001 creó una radio escolar, la primera de una institución estatal gestionada por el alumnado. Desde entonces, la deserción bajó un 24 por ciento.

El taller de radio sirvió como una catarsis para los jóvenes y muchos descubrieron su vocación, aunque la intención no era formar locutores ni periodistas. La clave de Martín era escucharlos e incentivarlos, porque de esta manera se sentían integrados. 

“Los docentes pueden transformar la vida de sus estudiantes y de la sociedad entera”. Agustín Porres

“La radio es una herramienta para interactuar con los chicos de otra manera. Te permite hacer una evaluación de una faceta que en el aula no se puede plasmar”, destacó el docente en una entrevista con Global Teacher Prize Academy.

Los chicos desarrollaron habilidades técnicas, comunicativas, orales, pensamiento crítico, autoevaluación y trabajo en equipo. 

Al principio, transmitían dos veces por semana, pero “La 5”, como se conoce a la estación de radio, creció hasta estar al aire las 24 horas los siete días de la semana. El proyecto fue tan exitoso que varios colegios de la región se acercaron para conocer la experiencia.

SEMILLA DE FUTURO

La cordobesa Gisela Gómez proviene de una familia trabajadora de la ciudad de Córdoba. A los 21 se recibió de técnica superior en Bromatología y luego realizó los trayectos pedagógicos que le permitieron convertirse en la primera docente de su familia. 

Hoy es profesora en el Instituto Provincial de Educación Técnica N° 85, en la localidad de Estación General Paz, en Córdoba. 

Gisela convierte sus clases en minilaboratorios de investigación científica. De esta manera, con sus más de 80 estudiantes, impulsa ideas innovadoras vinculadas, entre otras cosas, con la alimentación saludable.

Algunos de sus proyectos de gran impacto social fueron la elaboración de golosinas a base de nopal –un cactus de la región rico en proteínas– y caramelos fortificados con vitaminas C y E. En ambos casos, estudiantes y docentes realizaron un estudio previo sobre las dietas de los jóvenes enfocado en sus gustos y preferencias alimenticias.

Paralelamente, desarrollaron programas relacionados con la celiaquía, ya que un docente de la escuela padecía la enfermedad, y crearon una premezcla libre de gluten mientras realizaban una campaña de concientización sobre el celiaquismo en colegios y centros comunitarios. En 2015, los alumnos junto a Gisela emprendieron un trabajo de análisis microbiológico de los tanques de agua domiciliarios de la localidad. Tomaron muestras de 245 tanques y las analizaron en el laboratorio de la escuela. 

En 11 tanques hallaron Escherichia coli, una bacteria que provoca trastornos gastrointestinales. Los estudiantes, junto con empleados municipales, los acondicionaron y, posteriormente, idearon una campaña de reparación y limpieza. 

Gómez, también seleccionada como Maestra Ilustre por la provincia de Córdoba en 2018, cree que su mayor logro es ver a los estudiantes crecer y desarrollarse como individuos comprometidos con la comunidad y la calidad de vida de todos.

Mariela Gaudagnoli en el taller de mecánica de su escuela.

LA SELECCIÓN ARGENTINA 

¿Quiénes completan la selección de once docentes argentinos destacados? 

Inés Bulacio, maestra de enseñanza primaria y hospitalaria en la Escuela Hospitalaria Nº 1 del Hospital de Niños Dr. Ricardo Gutiérrez, de la ciudad de Buenos Aires. Inés dice que los estudiantes son sus mejores maestros: de ellos aprendió a trabajar las emociones y a enfocarse en sus intereses y necesidades. Armó una radio para los chicos (Radio Gutiérrez) que los conectó con la comunidad.

Silvana Carnicero es profesora de inglés en una escuela de Avellaneda, en Buenos Aires. Acuñó la idea de “telecolaborar” o colaborar con otros mediante la tecnología. Junto a sus estudiantes, construyen conocimiento con alumnos de otros continentes y en diferentes lenguas. 

Graciana Goicoechandia es profesora de Ambiente, Desarrollo y Sociedad en una escuela de Las Flores, provincia de Buenos Aires. En una oportunidad invitó a sus alumnos a que se enviaran postales entre ellos por correo tradicional, algo novedoso para sus estudiantes nativos digitales. Más tarde, lo replicaron con otros estudiantes de diferentes lugares del mundo. En nueve meses, establecieron contacto con chicos de 74 países. Con el proyecto, los estudiantes recobraron el valor de la palabra escrita frente a la comunicación en tiempo real. 

María Cristina Gómez es profesora de historia en Rosario, Santa Fe. Cree que enseñar es un acto de fe en los estudiantes, es romper estigmas e innovar para desarrollar el potencial de los jóvenes, es cuestionar con hechos el mito de que los chicos de las villas o las zonas periféricas no pueden integrarse o progresar. 

“La radio permite interactuar con los chicos de otra manera».
Martín Salvetti

Constanza La Grotteria es argentina, pero vive en España desde la crisis de 2001. Allí da clases a niños de 0 a 6 años. Los reúne cada mañana en una asamblea para trabajar sus emociones. En ese momento de encuentro y pertenencia se sienten escuchados e incorporan habilidades sociales y aprendizajes valiosos para la vida. 

Cecilia Muñoz es maestra de inglés en séptimo grado en la localidad de Bandera, Santiago del Estero. Su desafío era contener a los alumnos, atraer su interés y crear un clima de confianza para elevar su autoestima. Entre otras estrategias, transformaron la carpeta tradicional en digital y convirtieron el aula en set de filmación en otro idioma. 

Germán Soto es arquitecto, docente de Dibujo Técnico y jefe del Departamento Científico-Tecnológico de la Escuela Técnica Fray Luis Beltrán, de Corrientes. Para él, acercar a los niños al conocimiento científico alimenta su curiosidad, mejora sus expectativas respecto del futuro y refuerza su autoestima. 

Ana María Stelman es docente alfabetizadora. Trabaja en la Escuela Primaria Nº 7 Fragata La Argentina, de barrio Hipódromo, en La Plata, Buenos Aires. Sus estudiantes provienen de zonas marginales, viven en casas humildes y trabajan en actividades vinculadas al hipódromo. En 2019, Ana María incorporó como herramienta pedagógica el trabajo con caballos y con perros. El proyecto fue una vía efectiva para revincular a los estudiantes con la escuela. 

UNA APUESTA A LA INNOVACIÓN 

Fundación Varkey es una organización sin fines de lucro que trabaja para que cada niño tenga un gran maestro. Sus programas de liderazgo e innovación educativa fueron tomados como caso de estudio por la Universidad de Harvard, destacados por el Banco Mundial, la Organización de Estados Americanos (OEA) y el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), y han logrado un impacto directo en Latinoamérica.

A comienzos del 2020, Fundación Varkey lanzó Comunidad Atenea, la primera red social de aprendizaje colaborativo para maestros latinoamericanos.