Docentes producen alcohol en gel para su comunidad

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En el laboratorio. El proceso de producción de 35 litros de alcohol en gel les llevó seis horas de trabajo.

Durante la suspensión de clases por la cuarentena, los docentes del Instituto Técnico de Carnerillo, aprovecharon los insumos del laboratorio que utilizan sus estudiantes, para producir alcohol en gel y distribuirla en la comunidad. 

Foto Gentileza Instituto Técnico Carnerillo

Apenas decretadas las medidas sanitarias y la suspensión de clases en todo el país, y ante la escasez de alcohol en gel en los comercios del pueblo, los profesores del Instituto Técnico de Carnerillo, una localidad de 2.000 habitantes ubicada en al sur de la provincia de Córdoba, se organizaron para poder producirlo. Sabían que contaban con los recursos necesarios y pensaron que era la oportunidad de contribuir con la comunidad.

La fabricación del bactericida es una práctica que se viene realizando en esta escuela técnica con orientación en industria de los alimentos desde el 2016. Cada año, los estudiantes de sexto desarrollan el producto con técnicas de laboratorio. El resultado de la producción se utiliza para esterilizar utensilios y se distribuye entre las secretarías y dirección de la escuela.

Sin embargo, ante la emergencia sanitaria y la escasez del producto, un grupo de profesores se pusieron de acuerdo por teléfono para concurrir a la escuela una mañana y realizar la tarea. “Cuando se declara la pandemia quisimos hacer un aporte: teníamos los insumos y veíamos que la gente no encontraba alcohol en gel en ningún comercio”, le cuenta a Convivimos Marisel Cesere, la directora.

En el laboratorio contaban con insumos para fabricar 40 litros en forma experimental: alcohol, agua destilada, glicerina y sustancias reactivas. Además, entre los docentes que se habían autoconvocado, estaba quien podía guiar el proceso de fabricación. “Lo más difícil fue conseguir los frascos para embotellar el alcohol”, asegura Cesere.

Luego de seis horas de trabajo, lograron producir 35 litros de alcohol en gel, fraccionarlos en 103 frascos, y entregarlos al municipio para ser distribuidos de manera gratuita entre la población. 

Además de recibir las llamadas de sus alumnos que al enterarse de la iniciativa, querían colaborar, la escuela recibió numerosos pedidos de localidades vecinas: “Nos llamaban intendentes, gerentes de bancos, de empresas, para ver si podíamos producir para ellos”, cuenta la directora del establecimiento.

“Después de tantos años de hacerlo en soledad, ahora el proyecto puede salir a la calle, y lo trascendental de esta experiencia es mostrar que lo que hacemos en la escuela puede servirle a otro”, dice Cesere.

De la práctica a la calle

El Instituto Técnico Carnerillo tiene una matrícula de 200 estudiantes y los cursos se dividen de primero a séptimo. Los estudiantes de sexto año tienen mucha práctica en el laboratorio en el espacio curricular de Microbiología General. Entre los contenidos que allí aprenden están los métodos de esterilización, y por eso, desde 2016, se encaminan en la producción de alcohol en gel. 

“En la escuela tenemos un laboratorio y una sala de proceso, donde los chicos realizan alimentos”, explica Valeria Bruno, docente de la escuela y técnica en Análisis de Alimentos, quien tuvo a su cargo la tarea de liderar la producción del desinfectante.

“Lo trascendental de esta experiencia es mostrar que lo que hacemos en la escuela puede servirle a otro”.
Marisel Cesere

“En la sala de proceso preparamos la dilución de agua con alcohol al 70% y también usamos el alcohol en gel como instrumento de desinfección. Si bien nos enfocamos en que todos los chicos aprendan a priorizar el lavado de manos y alimentos, hacemos hincapié en la desinfección de los utensilios, superficies y objetos”, explica.   

La idea de producir alcohol en gel en la escuela obedece a su bajo costo y que permite afianzar tanto el uso de los materiales en el laboratorio, como respetar los pasos de un proceso y selección de una técnica. “Es una actividad muy formativa, donde se pueden aplicar muchos contenidos: les damos un trabajo práctico y tienen que leer la técnica, buscar los materiales con los que disponen y si algo falta, cómo se puede solucionar”, indica Bruno. 

La docente dice que la producción anual es baja ya que el producto final se utiliza dentro de la institución. “Nuestro objetivo no es producir para salir a vender, sino que los chicos realicen técnicas de laboratorio y aprendan las normas de elaboración”. 

Bruno considera que para empezar a fabricar alcohol en gel para afuera sería necesario tener en cuenta “habilitaciones, espacios y tiempos” y pone énfasis en que lo realizado hasta el momento “es experimental”. “Salir a la comunidad está buenísimo -señala- porque los estudiantes tendrían otra motivación si saben que su producción va a llegar a otras personas”. 

Repercusiones

La población de Carnerillo no tardó en reconocer el trabajo que realizaron. “Hubo madres y padres que llamaron, nos enviaron mensajes y hasta querían colaborar con dinero para fomentar la producción”, cuenta la directora. 

“Los chicos no me cabe duda que deben estar muy contentos de pertenecer a una institución que se relaciona de esta manera con su comunidad, porque además no es la primera vez. Tenemos actividades relacionadas con lo deportivo, con el Hogar de Día, con una empresa manisera de la localidad, siempre estamos trabajando en proyectos con otros”, asegura Cesere.

“Lo que nos dejó esta experiencia es que no se trata de un trabajo solitario, sino del resultado de un equipo. Ahora nos quedamos sin insumos, pero cuando los consigamos, vamos a seguir produciendo, porque es gratificante ver lo que se generó”, concluye. 

Cómo comunicarse

Instituto Técnico Carnerillo

358 – 4883112