A través de una acción en conjunto con Sumatoria, Naranja X invitó a más de 3000 colaboradores a invertir en proyectos de microemprendedores y cooperativas, con un monto puesto a disposición por la compañía.
Todos los años, el equipo de Naranja X celebraba la amistad con un mismo rito: se juntaba a la hora del almuerzo, cada uno se pintaba las manos con colores según su antigüedad y las pegaba sobre una pared, como un símbolo de “dejar huella”. Después de la pandemia, el contexto cambió y nació la iniciativa Amistad con Impacto, con la intención de reversionar esa celebración interna y generar una experiencia de impacto financiero en la comunidad. Así fue que la compañía logró una sinergia con Sumatoria, una plataforma de inversiones colectiva que tiene el objetivo de ampliar el acceso al crédito a microemprendedores y cooperativas excluidos del sistema financiero.
Para llevar adelante esta acción, Naranja X reorientó el presupuesto de $4,5 millones y le dio a cada colaborador el equivalente a un regalo corporativo para que pudiera invertirlo en un proyecto de Sumatoria. De esta manera, el dinero se destinó a impulsar proyectos de microemprendedores, cooperativas y grupos asociativos de distintos puntos del país. El plus: unos meses después, el dinero volverá a cada colaborador para que decida qué hacer con él, si reinvertirlo o quedárselo.
“Este rito cultural no solo nos reunió para celebrar la amistad y la colaboración desde un nuevo punto de vista, sino que nos permitió profundizar alrededor del propósito que nos une como empresa: que más personas puedan acceder a servicios financieros y que cuenten con mejores herramientas para gestionar su dinero”, expresa Romina Ruffino, gerenta de Cultura y Comunicaciones de Naranja X.
LOS PROYECTOS
Cerca de 1800 colaboradores, es decir, el 60 por ciento de todo el equipo, concretaron la inversión y lograron apoyar a 98 proyectos en total.
Algunos de los emprendimientos en los que se invirtió son el de Marta, que necesitaba $62.000 para comprar una máquina industrial de bordados para su negocio de buzos de egresados; el de Javier, que requería $80.000 para impulsar su proyecto de apicultura orgánica en Santiago del Estero; y el de María, con $32.000 para terminar su cocina.
Matías Kelly, fundador de Sumatoria y emprendedor social, afirma: “El dinero bien gestionado tiene el poder de cambiar el mundo. A través de Amistad con Impacto, junto a todo el equipo de Naranja X resaltamos el valor de la fraternidad, por medio de inversiones que hoy están apoyando los objetivos y los sueños de cientos de familias”.
