Los golpes de calor

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En esta época del año, las altas temperaturas pueden causar estragos no solo en los seres humanos, sino también en los animales. Síntomas, tratamiento y consejos para prevenir la hipertermia en perros y gatos.

Foto: IStock

En el verano, los golpes de calor (o hipertermia) constituyen una amenaza latente para las mascotas y pueden acarrearles consecuencias nefastas, ya que son más sensibles a los embates del sol que los humanos. Por esta razón es indispensable intensificar los recaudos, a fin de que transiten la estación estival hidratadas, confortables y seguras. 

También denominado “shock térmico”, es el trastorno que se produce cuando el organismo, en situaciones de temperaturas extremas, pierde su capacidad para eliminar el calor de manera eficiente. La hipertermia afecta sobremanera a perros y gatos debido a que, a diferencia de las personas, estos no pueden termorregularse a través de la transpiración, pues poseen un número escaso de glándulas sudoríparas que se limitan a las almohadillas de sus patas, a los labios y los genitales en el caso de los felinos, y al hocico en los canes. 

La población animal más propensa a sufrir un cuadro de estas características está integrada por los cachorros y los viejitos, los que tienen sobrepeso, los de pelo negro –color que absorbe más el calor–, los que padecen enfermedades que debilitan su sistema inmunológico y las razas de hocico chato, como el gato persa y el perro pekinés, por nombrar algunas.

SÍNTOMAS

Una de las señales más obvias es el jadeo acompañado por una salivación abundante, aunque no es la única; también se les acelera el ritmo cardíaco y su respiración se vuelve agitada y rápida. 

Pero eso no es todo: les cuesta respirar y sufren una baja del azúcar y de las sales que se traduce en debilidad, temblores y pérdida del equilibrio, pudiendo llegar a tener diarrea, vómitos y desmayos.

Si nuestra mascota presenta algunos de los signos recién mencionados, hay que mantener la calma y llamar de inmediato al veterinario para que proporcione instrucciones específicas, a la vez que se le prodigarán los primeros auxilios con rapidez antes de llevarla a la consulta.

Lo más urgente será bajarle la temperatura de manera gradual. En primer lugar, se la trasladará a un ambiente fresco y aireado –si se cuenta con aire acondicionado o con un ventilador a potencia media, mejor– y se le aplicarán compresas con agua fría en la cabeza, el cuello, las patas, el pecho y la panza. Nada de envolverla con toallas mojadas o bañarla con agua helada; en todo caso, lo recomendable será ponerla bajo un chorro (suave) de agua, ni fría ni caliente.

Finalmente, habrá que procurar que ingiera líquido, de a poco y en pequeñas cantidades, para que se rehidrate, y si se niega a beber, lo siguiente será humedecerle la boca con un difusor o con un paño. 

CÓMO PREVENIRLOS 

Para evitar que nuestros animalitos padezcan un golpe de calor, hay que adoptar una serie de medidas, entre las que se encuentran: 

• Proveerles siempre recipientes con agua fresca y limpia, dispuestos en lugares accesibles, para que se mantengan hidratados.

• Ponerlos en espacios ventilados y amplios, a resguardo del sol y de las altas temperaturas. 

• No alimentarlos en las horas de más calor. 

• Impedir que corran o realicen actividades físicas. 

• Jamás de los jamases dejarlos dentro del auto o en su transportín, por más que sean solo unos minutos.