La última bala de Ronaldo

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Fotos: AFP.

El desierto de la lejana Qatar es el escenario de su aventura final. Allí, Cristiano Ronaldo jugará la última bala. Con su mentón de conquistador siempre listo, buscará con Portugal obtener el único gran título que no cuelga de su orgullosa sonrisa. A los 37 años, el hombre que se alimenta esquivando el azúcar llega con dos certezas: que es uno de los goleadores más fenomenales de la historia del fútbol y que a su leyenda le falta un Mundial. 

CR7 es una marca personal que juega al fútbol. Es un atleta que se ha hecho a sí mismo, que ha cultivado cada centímetro de su cuerpo con esfuerzo y que ha trabajado hasta la última gota para que sus debilidades no lo condicionen. Es un profesional todas las horas del día, que no tiene empacho en predicar con el ejemplo, como el día en que corrió una gaseosa de la mesa de una conferencia de prensa. También es un animal del gol, “un 9” que tiene domicilio fijo cerca del arco contrario, a tal punto que es el máximo anotador de la Liga de Campeones de Europa con 140 tantos en 183 partidos. 

No es todo. CR7 es además una marca comercial que juega al fútbol. Una máquina cuyos productos son su imagen, sus goles y su figura de “ganador”. Si bien en los últimos dos años apenas alzó una Copa de Italia, su éxito se cimenta en la cantidad de dinero que “hace ganar” y en la ilusión de conseguir campeonatos que produce adónde va. 

Hay que resaltar con color flúo que Cristiano Ronaldo no sería lo que es sin un archirrival. Ese lugar es el que ocupa nuestro Lionel Messi. El portugués máximo ídolo del Madrid, Lío un símbolo del Barça. Entre los dos se repartieron títulos, el dominio del fútbol mundial a nivel de clubes de los últimos quince años y los balones de oro: 5 para el luso, 7 para el argentino. Sin embargo, ambos comparten el hecho de tener una dolorosa espina clavada: no pudieron conseguir la gloria de un Mundial. Al menos hasta ahora. 

Ronaldo solo estuvo cerca en Alemania 2006, cuando contaba con solo 21 años. Allí, Portugal llegó al cuarto puesto luego de perder con el local 1-3 en el último partido. En Sudáfrica 2010 y Rusia 2018 la selección europea alcanzó los octavos de final y en Brasil 2014 no superó la fase grupos. El delantero disputó en las cuatro citas mundialistas un total de 17 partidos y anotó siete goles con un promedio de 0,41 por juego. 

A Portugal le costó llegar a Qatar. Derrotó a Macedonia en el repechaje sin que le sobre demasiado. Jugará en la zona H, frente a Ghana, Uruguay y Corea del Sur. Nada le anticipa un camino sin espinas. Pero Ronaldo es de esos jugadores a los que no les importa la dimensión de los obstáculos ni el esfuerzo que tengan que hacer. Ronaldo siempre cree que puede.