Dicen que las segundas vueltas no son buenas, sin embargo, muchas parejas se reencuentran y viven un romance más intenso incluso que la primera vez.
Nueve de cada diez argentinos que tienen Internet usan Facebook. Es decir que 23 millones de personas cuentan con la posibilidad de buscar a una expareja y saber algo de su vida en apenas unos segundos, si es que el perfil de la persona es público. En el caso de tener un perfil privado, basta con aceptar la amistad para retomar contacto con alguien con el que hace tiempo no se habla. Según los expertos en el tema, esto influye en que cada vez haya más personas que vuelven a salir o a formar pareja con sus exnovios o exesposos.“Cuando el amor fue verdadero, después de años o décadas hay muchas chances de que exista en determinado momento algún tipo de revinculación. A veces hay factores externos que generan roces, como lo económico o la coyuntura del país, entonces aparecen los conflictos y se resignan los sentimientos por esas diferencias”, explica la psicóloga Adriana Penerini, terapeuta individual y de parejas . “Hay muchos divorciados que hablan de sus ex como si fuera una mala palabra; en cambio, la gente que tal vez sí volvería es la que entiende que alguien que ya no está en su vida vale por lo que le dio y por lo que fue en el momento en que estuvo. Son personas que se vinculan con el pasado sin odio ni resentimiento”, señala.
No es el caso de Ángeles Cami, que se separó después de 16 años de matrimonio, pero jamás dejó de pensar en su ex. No le resulta fácil explicar qué los llevó a separarse, pero está convencida de que no fue el desgaste del matrimonio, sino cuestiones que surgieron en la convivencia.
“Cuando el amor fue verdadero, después de años o décadas hay muchas chances de que exista en determinado momento algún tipo de revinculación“.
Adriana Penerini
Los dos tienen hijos de parejas anteriores, y ella cree que hubo tal vez algún problema de comunicación. “Nunca dejamos de hablarnos, y eso que estuvimos muy enojados”, comenta.
Fue justamente el divorcio lo que los volvió a unir: tenían una propiedad en común y debían juntarse a conciliar. Había pasado un año desde la separación. “Cuando nos vimos, sentí la misma atracción de antes y me di cuenta de que lo amo. De hecho, comprendí que es más fácil aprender a convivir con las debilidades del otro y de uno mismo, que aprender a vivir sin la persona que amo”, reflexiona Ángeles.
FACTOR TIEMPO
Sin duda, el tiempo ayuda a que se miren las cosas desde otra perspectiva. Lo que se consideraba innegociable quizá con los años dejó de serlo. Pero no solo con la pareja, sino con uno mismo. “El tiempo nos va dando datos que se repiten, y uno se da cuenta de que estamos inmersos en un lugar distinto, de mayor entendimiento. La madurez nos permite volver sobre nosotros y comprender que a veces podría haber habido más tolerancia, más cariño, más conocimiento de los propios límites y, como consecuencia y efecto, también aceptación de los límites del otro”, especifica María Laura Cabrera, psicoanalista e integrante del grupo Proposición Lacaniana.
Esto lleva a cuestionarse si entonces todas las historias pasadas podrían haber sido diferentes, si los romances del pasado podrían tener una segunda oportunidad. “La realidad es que uno ya no puede volver atrás. Vivimos ese momento como pudimos, con los elementos y la conciencia con que disponíamos en esa situación. Una relación del pasado se puede retomar, con todos los datos que tenemos actualmente, pero entendiendo que somos nuevas personas que han dado nuevos pasos sobre sí mismas. Es como cuando vemos una película o releemos un libro por segunda vez.
Nuestros puntos de vista serán diferentes”, ejemplifica la licenciada Cabrera.
LO PASADO, ¿PISADO?
Uno de los dilemas en las relaciones de segunda vuelta es si blanquear las parejas que cada uno tuvo durante el tiempo que estuvieron separados. No es que sea algo que solo pasa entre quienes se dan una nueva oportunidad, pero para muchos es inevitable querer saber más.
“Una revinculación nos ofrece el desafío de volver a conocer a la otra persona, de enamorarnos otra vez. Si ambos toman ese reto como propio, como algo nuevo, estimulante y positivo, pueden generar un acuerdo tácito (o explícito) y no hablar de lo que ocurrió en el tiempo que duró la separación.
La idea es tener bien en claro que este nuevo vínculo no les permite actuar libremente como espías de esos momentos que estaban fuera de la vida de otro, como historiadores ni como antropólogos”, comenta la licenciada Penerini.
Reconciliaciones famosas
Patricia Sosa y Oscar Mediavilla: hace 44 años que son pareja. Estuvieron separados cuatro años. En 1999, tras un llamado de Patricia a Oscar para sugerirle hacer un viaje con su hija, volvieron a estar juntos, aunque viven en casas separadas.
Elizabeth Taylor y Richard Burton: fue una de las parejas más apasionadas de Hollywood. Se casaron en 1974 y su matrimonio duró una década. Después volvieron a estar juntos, pero la segunda vuelta no llegó ni a un año. La actriz se casó ocho veces.
