Libres de plagas

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Cómo resguardar a perros o gatos de las pulgas y garrapatas que los atacan. Un repaso por los productos y las medidas de precaución para ahuyentarlas.

El hecho de que las mascotas se rasquen o se mordisqueen todo el tiempo suele ser una señal unívoca de que las pulgas las están molestando, algo que en general ocurre con mayor frecuencia cuando empiezan los calores. Estos pequeños insectos pican para absorber su sangre, escondidos entre el pelaje, y así les producen irritación, alergias y una gran comezón. Lo mismo vale para las garrapatas, de mayor tamaño, que, además de chupar la sangre, transmiten toxinas que reducen las defensas y así las mascotas se vuelven más vulnerables de contraer enfermedades.

Hay diversas formas de impedir que estos parásitos molesten a los animalitos. Como medida general, se recomienda mantener limpios los lugares donde comen y duermen. En el caso de los canes, no es conveniente pasearlos por zonas abandonadas o degradadas, ni dejar que se acerquen a perros callejeros o con mal aspecto. También es indispensable revisar su pelaje todos los días y cepillarlos a fondo cada vez que se pueda. Por supuesto, se recomienda bañarlos a menudo con champús especiales y frotarlos fuertemente durante el baño con la esponja hasta la raíz del pelaje.

En cuanto a las pulgas y garrapatas, hay toda una batería de productos específicos contra ellas. Por caso, las “pipetas”, en cuyo interior se aloja un líquido repelente que debe aplicarse vertiendo su contenido sobre la piel (no sobre el pelaje). Hay que hacerlo en dos o tres zonas distintas del cuerpo: lo ideal es colocarlo sobre el lomo o el cuello para que no quede accesible y el perro no pueda quitárselo con su lengua. Tienen una efectividad de un mes; una vez transcurrido ese tiempo, deben volver a aplicarse.

Otra buena opción son los collares repelentes tanto para perros como para gatos. Están hechos de plástico o fieltro, e impregnados con una sustancia pulguicida o garrapaticida. Son eficaces y cómodos, y se adaptan al grosor del cuello. Según el modelo, pueden brindar entre seis y ocho meses de protección, pero antes es necesario asegurarse de que la mascota no le tenga alergia al repelente. 

En cuanto a los aerosoles repelentes de las garrapatas, tienen un efecto inmediato, pero de muy corta duración: en general alcanzan para un solo día de paseo. Por último, existen remedios caseros y ecológicos, como el baño caliente con romero y eucalipto; o bien fabricar un spray con limón y vinagre de manzana, que también suele dar buenos resultados.

Opciones suficientes como para que ninguna mascota quede desprotegida. 

¿QUÉ CONTAGIAN LAS PULGAS Y GARRAPATAS?

Las pulgas, las garrapatas e incluso los mosquitos pueden afectar la salud de perros y gatos porque se alimentan de su sangre y sus nutrientes, causándoles anemia. Las pulgas también pueden causar pérdida de peso, diarrea, dermatitis alérgica y anemia. En tanto, las garrapatas suelen contagiar tres dolencias típicas como la enfermedad de Lyme, que provoca sarpullido y dolores musculares; la babesiosis, que se manifiesta como fiebre y debilidad; y la erliquiosis, cuyos síntomas son pérdida de peso y problemas respiratorios. Por eso, siempre es mejor prevenir para que las mascotas no contraigan estas dolencias.