Regaderas, abstenerse

0
132

Cuáles son las plantas, las flores y los árboles que requieren poco o nada de riego. Una guía para quienes tienen jardín, pero poco tiempo para cuidarlo.

Foto: IStock

Entre la variedad infinita de plantas y flores para diseñar un jardín vistoso, las especies que requieren muy poco riego, conocidas técnicamente como “xerófilas”, son ideales para aquellos que no cuentan con todo el tiempo que quisieran para dedicarle a su cuidado.

Todas las plantas y flores xerófilas tienen en común el ser originarias de regiones con climas secos y poca lluvia. Por eso, suelen tener tejidos carnosos que les permiten almacenar el agua para nutrirse y no depender de las lluvias, y sus poros están recubiertos por una capa de cera que en los meses cálidos las ayuda a no perder líquido a través de la sudoración. 

Encabezan la lista las suculentas: en primer lugar, el cactus, célebre por sus vistosas formas ornamentales y sus características espinas, que retiene el agua en su tronco y ramas, lo cual le permite soportar incluso los climas desérticos. Otras suculentas, en cambio, almacenan el líquido dentro de sus anchas hojas, que suelen disponerse en formas muy atrayentes. Es el caso del aloe vera, que, además de sus virtudes curativas y culinarias, es muy apreciado por sus hojas largas, duras y siempre erguidas.   

También existe una gran variedad de especies florales que casi no requieren riego y soportan bien el sol. Entre ellas ocupa un lugar importante la amapola, con su característica flor de cuatro grandes pétalos rojos, blancos, amarillos o anaranjados. De hecho, solo en verano es necesario regarla dos veces por semana, ya que el resto del año alcanza con las lluvias y el rocío.  

Algo parecido ocurre con la lavanda, inconfundible por su forma de espiga, así como por el color y el aroma que llevan su nombre. También es muy resistente al calor y a la sequía, aunque es algo más frágil frente al exceso de agua en épocas de lluvia, y por eso se recomienda asegurarse de que su sustrato o maceta tengan siempre un buen drenaje. En tanto, la salvia, muy parecida y también de poco riego, cuenta con la virtud de atraer a los polinizadores: desde colibríes hasta mariposas y abejas.

Por último, es imposible no mencionar al alhelí y el romero, con sus flores pequeñas en una amplia gama de colores vivos, aunque al segundo se recomienda tenerlo en macetas para entrarlo a la casa en el invierno, ya que el frío lo afecta. 

ÁRBOLES SIN RIEGO

Para quienes tienen un jardín con una superficie lo suficientemente amplia, existen árboles que se pueden plantar sin mayor dificultad y que crecen rápidamente con poco riego porque acumulan el agua dentro de su tronco. Un buen ejemplo es la acacia amarilla, originaria de Brasil, que crece entre seis y diez metros. También el laurel, que a partir del segundo año vive solo de la lluvia, alcanza hasta diez metros de altura y en primavera regala florcitas amarillas. Otra opción es el algarrobo chileno, que existe también en nuestro país, crece hasta 12 metros, desarrolla una copa bastante abierta y soporta muy bien las sequías.