Fútbol femenino:
La hora de las chicas

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La Asociación del Fútbol Argentino (AFA) anunció la profesionalización del fútbol femenino, una medida celebrada en todo el país. Ahora, el desafío estará puesto en el desarrollo deportivo y en la creación de la nueva Copa Argentina Femenina. El gran paso que necesitaba la actividad frente al Mundial de Fútbol que comenzará el mes que viene en Francia.

Por: Juancky Jurado
Fotos Gentileza: Romina Sacher y Nadia Petrizzo

La historia del fútbol femenino en la Argentina es una historia llena de obstáculos. Desde comienzo del siglo pasado las mujeres quisieron jugar al fútbol, pero se encontraron con una serie de impedimentos para llevar a cabo la actividad. Las prohibiciones, las condenas sociales, la persecución, la falta de apoyo por parte de los mandatarios de los clubes y el aislamiento son cuestiones que tuvo que sortear cada grupo que se lo proponía.
Varias veces organizadas y a punto de arrancar, no eran tenidas en cuenta. Durante años, desde los clubes no les facilitaban campos de juego ni apoyo económico, y ni siquiera vestimenta o material de utilería.
Con el paso de los años, las rebeldes se plantaron ante lo establecido: querían jugar.
Desde los años 50 y hasta fin de siglo ellas solo pudieron hacerlo por amor al deporte. Los prejuicios sociales eran moneda corriente y también parte de nuestro sistema, que trataba a las jóvenes como “varoneras”, “marimachos” y otros calificativos para no dejarlas ingresar a un ambiente que imponían como exclusivamente masculino.

 

“Lo que nos tocó vivir es parte de lo sociocultural de esa época. Eran mandatos establecidos. A nosotras nos criaron de esa manera. Por suerte nuestra generación se fue liberando de eso, fue parte de la revolución de las mujeres en todos los ámbitos. En el presente, las nuevas generaciones no conocieron esto y por eso no les prestan atención a esas viejas opresiones. La selección del año 1971 marcó un antes y un después en la actividad. Ellas fueron invitadas a jugar el Mundial de México y lograron el inolvidable triunfo ante Inglaterra por 4 a 1. En el mismo estadio donde Diego Maradona iba a escribir una de las páginas más importantes de nuestro querido fútbol argentino 15 años después. Por eso también vamos a luchar para que se declare el Día de la Mujer Futbolista el 21 de agosto, rememorando esa fecha”, explica Lucrecia Sandoval, fundadora del proyecto Pioneras del Fútbol Argentino.

”Seguimos rompiendo barreras para todas las que vienen atrás. No tenemos que olvidarnos de aquellas que hicieron lo mismo por nosotras, las pioneras”.
Ruth Bravo

Sabrina Lois, de la Dirección Nacional de Arbitraje, nos cuenta que la Asociación del Fútbol Argentino va a trabajar desde su Oficina de Desarrollo para elaborar un listado que nos revele cuántas practican el fútbol femenino.
El fútbol mixto es una actividad que comienza a crecer en varias escuelas y clubes durante la formación de los niños y las niñas. La Asociación del Fútbol Argentino en sus ligas A y B tiene solamente a 1300 jugadoras fichadas por los clubes, mientras que en las ligas del interior el número ascendería a casi 20.000 jugadoras que están participando de diferentes competencias.
A lo largo de su historia, el fútbol femenino tuvo que batallar ante cada paso que daba; para crecer debió resistir y soportar muchas injusticias, como el olvido y la falta de reconocimiento.
Mónica Santino, jugadora y entrenadora, hoy es una de las referentes. Pasa sus días disfrutando de su trabajo en la Villa 31 del barrio de Retiro, en la ciudad de Buenos Aires. Ahí entrenan a más de 60 niñas por año que tienen sueños de convertirse en jugadoras o que simplemente asisten movidas por el deseo de divertirse. “Jugar es un derecho fundamental que debe estar presente en la vida de las pibas de los barrios, que siempre son las que realizan tareas domésticas pesadas. Conocer la actividad y acceder al ocio, a la cancha, a jugar y llenarte de tierra. Cuando esto pasa es revolucionario. Eso es ‘patear el tablero’ y es fuente de liberación. Muchas mujeres estuvimos años luchando por ser visibles, para muchos no existíamos, teníamos peleas en la AFA y en los clubes, y eso nos dejó marcas, heridas. Esto que está ocurriendo es curar lo que nos pasó en nuestras vidas; nos trae una transformación y una inmensa alegría. No puede ser que la maternidad sea el único eje en la vida de estas pibas. Tienen derecho a elegir y crecer, soñar y lograr objetivos. Quizás algunas quieren ser jugadoras, bienvenidas sean, o tal vez solo desarrollarse y crecer como personas sin tener nada impuesto. Debemos luchar para que se cumpla su verdadero deseo”, afirma Santino.

El lema de la Asociación ¨La Nuestra Fútbol Feminista¨. Una manera de entender el juego y sus valores.

En cada potrero de nuestro país hoy encontramos chicas jugando: en clubes, en plazas; chicas que alquilan canchitas con su grupo de amigas. Son mujeres que se paran en estos terrenos y que piden la pelota y abren la cancha combatiendo prejuicios aún existentes.
Rosana Gómez, “la Zurda”, es una brillante exjugadora que hoy trabaja como entrenadora en Rosario Central y es destacada por la Conmebol por su trabajo formando nuevas jugadoras. Quienes tuvieron la oportunidad de verla jugar seguramente la recuerden como una futbolista impresionante que brillaba en cada partido, dejando con la boca abierta a más de un descreído de aquellos años.
Rosana viaja permanentemente por todo el país y está al tanto de lo que sucede en esta actividad. “En donde mejor están desarrollando el fútbol femenino es en Córdoba, donde tienen una liga muy competitiva. También se está viendo mucho su crecimiento en Chubut, Mendoza, San Luis, Río Negro, Neuquén, el litoral y Tucumán. Ahí van a estar las mejores jugadoras del futuro. Hay que estar preparados y brindar las condiciones para su desarrollo. Hoy Conmebol se encuentra muy al tanto de todo y espera que su crecimiento sea en un corto plazo. Por eso todo el apoyo que están brindando. Yo me encuentro cerca de la Asociación Rosarina, y queremos que siga creciendo porque tenemos el potencial en toda la provincia de Santa Fe. No debemos dejar de cuidar a nuestro fútbol regional, ya que los grandes clubes se nutren con las pibas del interior. Tenemos que hacer escuela y trabajar en la falta de educación deportiva. Esto es hacer cada día más profesionales los entrenamientos, el cuidado de las jugadoras y, sobre todo, tener una buena organización”, asegura.
Para la entrenadora santafesina de Newell’s Old Boys de Rosario, Virginia Salera, no hay que perder de vista lo que suceda en el interior del país. “Hoy el fútbol en muchas plazas del interior no está desarrollado al nivel de Buenos Aires. Los equipos con más dinero, como UAI Urquiza, Boca y River, se llevan a las mejores jugadoras del país. Hoy las provincias y sus clubes tienen el desafío de nivelar esto, y debemos aprovechar lo rico de nuestras jugadoras, acompañarlas, desarrollarlas y que no les falte nada. Es un momento donde empiezan a aparecer los representantes queriendo desembarcar en el fútbol femenino, y antes no pasaba. A mí me genera mucha impotencia que se hable del femenino como algo nuevo, muchas marcaron un camino y, gracias a eso, hoy ya no somos invisibles”.

«Muchas mujeres estuvimos años luchando para ser visibles, teníamos peleas en la AFA y en los clubes, y eso nos dejó marcas. Esto que está ocurriendo es curar lo que nos pasó».
Mónica Santino

En el seno de la selección argentina se recibió la noticia de la profesionalización como un triunfo de todas, las de ahora, las de antes, las de siempre.
Ruth Bravo, exjugadora del equipo nacional (hoy lo hace en España), cuenta que las jugadoras del plantel vivieron la noticia con una gran emoción y mucho impacto para todas. “Soy feliz de ser parte de esto, y sentimos que seguimos rompiendo barreras para todas las que vienen atrás. No tenemos que olvidarnos de aquellas que hicieron lo mismo por nosotras, las pioneras. Ahora es el momento de apoyar este logro. Se viene lo más lindo, el disfrute, y es el momento de cuidar este camino que comienza hoy”, dice emocionada.
La selección argentina de fútbol femenino hoy se encuentra clasificada para el Mundial de Fútbol que se llevará a cabo en Francia entre el 7 de junio y el 7 de julio próximos. Le tocó un grupo difícil contra países que vienen trabajando desde hace mucho tiempo en la formación, pero la ilusión de tener una digna participación está más viva que nunca. Todos recuerdan la fiesta que se vivió durante su clasificación en el estadio de Arsenal de Sarandí, donde la cancha estaba llena y la alegría de las chicas parecía indicar que el destino era uno solo: pegar el salto al profesionalismo.

La alegria de las chicas al encontrar una nota sobre ellas y el futbol femenino.

Ahora la pelota está en manos de los clubes y de sus dirigentes. La AFA aportará el dinero para los sueldos de las jugadoras y se tendrán que desarrollar proyectos que permitan mejorar el nivel de las atletas y del juego.
Una mujer podía ser hincha de un club, usar ropa deportiva y hasta ir a la cancha, pero nunca se le había permitido soñar con ser jugadora profesional. Algunas se animaron a romper con ese mandato y pagaron precios muy altos. Hoy las canchas están repletas, y ellas son las que cambiaron la historia. En un futuro cercano, quizás sea común ver un póster con la foto de una jugadora de nuestra selección decorando la pared en la pieza de una niña o de un niño. El sueño de todas ellas es ver los potreros, las plazas o las canchitas de los barrios colmadas de pibas y pibes jugando al fútbol, y que muchos de esos goles que se gritan bien fuerte, sean goles de mujeres.

Hoy muchas niñas sueñan con convertirse en jugadoras de fútbol.
DESAFÍO

Sin duda es uno de los torneos más atractivos y participan los clubes afiliados de todo el país. El sueño grande de las chicas en un torneo federal conectará a nuestras provincias y se transformará en un motor fundamental de promoción. Será un gran generador de trabajo para aquellos que se desarrollan en diferentes rubros, como alojamientos, viajes, traslados, gastronomía y turismo, que son los principales beneficiarios después de los clubes que participan en la copa. La idea es también lograr que las canchas se comiencen a llenar de fanáticos y que se usen los principales estadios provinciales. Que quienes nunca tuvieron la oportunidad de disfrutar de un partido de femenino a cancha llena sepan que el clima es familiar y que desde las tribunas y adentro del campo de juego se vive un espíritu deportivo inolvidable, nunca de enemigos. El fútbol femenino no posee, por suerte, los vicios del masculino y es un espectáculo para que todas las familias se acerquen a las canchas. También tendrá un gran atractivo por los cruces: los equipos más humildes enfrentan a los poderosos. Esa épica que tiene la Copa Argentina es inigualable.

La ilusión de las mujeres de la selección argentina, hoy profesionales celebrando un gol.
MACARENA SÁNCHEZ, CASO MODELO

El movimiento de mujeres fue fundamental para visualizar esta realidad. Las jugadoras del fútbol femenino comenzaron hace años a denunciar las diferencias para hacerse un lugar en este deporte y fueron parte de esta lucha, desde su lugar. Horarios insólitos para jugar los partidos, falta de apoyo económico, de seguridad o ambulancias, de agua y de terrenos de juego fueron solo algunos de los impedimentos que día a día se les presentaban.
El caso de Macarena Sánchez, la futbolista que inició denuncias a través de las redes sociales, fue un espejo y animó a muchas otras que se empezaron a manifestar en favor de una urgente profesionalización.
El desafío de la AFA hoy es implementar el desarrollo en los clubes, desde las categorías menores, para su crecimiento sostenido y permanente.
Sin el desarrollo, la inversión y un proyecto serio, será muy difícil que se dé el crecimiento de la actividad.