Preparar el jardín para la primavera

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En esta época, son muchas las tareas que debemos hacer a fin de que esté todo listo para cuando las plantas empiecen a nacer. Disfrutar de los resultados hará que tanto trabajo valga la pena.

 

A medida que la temperatura comienza a subir y los días se hacen más largos, nuestro jardín va cambiando su aspecto, dejando atrás los ocres para dar paso a una paleta multicolor.

EL CÉSPED

Durante los meses de frío, seguramente el suelo de nuestro vergel se ha ido llenando con lo que se conoce como “fieltro”, que son restos de ramas, raíces, hojas secas y tierra que se han acumulado y forman una capa que favorece la aparición de hongos. Además, impide una buena fertilización y aireación, y que el agua se escurra adecuadamente.

Para quitar ese fieltro tendremos que escarificar, es decir, rastrillar con fuerza la superficie.

Asimismo, deberemos nivelar el terreno rellenándolo con tierra negra y quitar de raíz las malezas (lo mejor es hacerlo con la tierra húmeda para que se desprendan con más facilidad). En el caso de tener muchas hierbas de hojas anchas, fumigar con herbicidas selectivos.

LA PODA

Se pueden podar todas las plantas que no florezcan en primavera –incluidos los rosales– y también aquellas que quedaron maltrechas por la acción del frío; esta misma regla aplica para las gramíneas.

Si ya no corren riesgo de quedar expuestos a heladas, podemos los cítricos; a los frutales de estación –durazneros, ciruelos, damascos, etc.– dejémoslos como están y hagámoslo recién una vez que hayan dado frutos.

Ojo con los árboles y los arbustos: si bien es necesario liberarlos de las ramas viejas, es importante proceder correctamente, ya que de lo contrario podrían secarse y morir. Si desconocemos cómo hacerlo, dejemos este trabajo en manos de un jardinero experimentado.

Y otra cosa muy importante: no nos olvidemos de quitar las flores marchitas. De esta manera, ayudaremos a que la planta se fortalezca y extienda su floración.

REGAR, ABONAR Y CURAR

Ahora que ha culminado la etapa de reposo y que con el inicio del calor empiezan a surgir los primeros brotes, hay que regar más seguido. Es preferible hacerlo por la mañana para impedir la aparición de hongos nocturnos.

Si todavía no abonamos la tierra, apliquémosle productos orgánicos como mantillo, compost, humus de lombriz, turba, etc., para que todas las especies crezcan sanas y vigorosas. La fertilización de plantas de interior la suspenderemos hasta fines de septiembre.

En primavera no solo las plantas florecen; también lo hacen las plagas. Hongos, insectos y caracoles se pueden dar un festín en nuestro jardín, por cuanto es imperioso combatirlos. Si no tenemos mucha idea sobre el producto más conveniente para erradicar a estos mini depredadores, lo indicado será consultar con un especialista.

¿QUÉ PODEMOS PLANTAR?

• Esta es la época de plantar –siempre en número impar para crear una sensación de equilibrio– pensamientos, caléndulas y nemesias; perennes como las margaritas y los malvones, y bulbos y tubérculos, como dalias, begonias, gladiolos y lirios, cuidando que entre cada planta haya suficiente espacio para que se desarrollen en plenitud. Si nuestro rinconcito verde no recibe mucho sol, inclinémonos por las prímulas y las violas.

• Otra opción es sembrar, y para ello nada mejor que apostar por ejemplares de alhelíes, amapolas, conejitos, clavelines, pasionarias y petunias, entre otros.