Débitos solidarios:
Cuando la solidaridad se multiplica

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Voluntaria de Manos Abiertas jugando con uno de los niños que participan de sus programas.

En 2018, los Titulares de Naranja donaron más de 200 millones de pesos a entidades de bien público de todo el país. Lo hicieron a través del programa Débito Solidario, que impulsa la empresa.
Todos los meses, el ciento por ciento de los montos recaudados son entregados a las instituciones.

“Leer nos hace libres”. Niños participan del programa Animación a la Lectura, de Liga Solidaria.
Hace 23 años que el programa Débito Solidario de Naranja reúne los aportes mensuales que los Titulares realizan a través del débito automático y los dona en un ciento por ciento a entidades de bien público. “Como empresa nos convertimos en nexo entre nuestros Titulares y las instituciones beneficiadas”, reza el leitmotiv de la iniciativa.
En 2018 se recaudó un total de $204.942.522 –un 33 por ciento más respecto de 2017–, que fue otorgado a 362 organizaciones. Este programa les provee a las instituciones un monto fijo mensual de ingreso que les posibilita planificar y programar acciones a futuro.
“Para nosotros, el aporte es muy significativo. Luego de realizar campañas, muchos clientes se comprometieron donándonos un promedio de $200 por mes que destinamos a uno de nuestros programas, el de Animación a la Lectura, que hoy alcanza a 2300 niñas y niños de cuatro escuelas primarias públicas de Córdoba, Saldán y Villa Allende”, explica Susana Fagonde, tesorera de Liga Solidaria por Educación y Cultura, organización de la sociedad civil que desde 1999 se dedica a la promoción de la educación a través de programas socioeducativos en escuelas de Córdoba y que está adherida a Débito Solidario. “¿Qué significa? Que con $7 por día, más chicos de entornos vulnerables pueden abrir esa ventana mágica que solo tienen los libros de cuentos y las actividades creativas”, se entusiasma Fagonde, y agrega: “Nuestra aspiración es que la mayor cantidad de personas con una cuota mínima pueda sumarse a una buena causa”. La organización cuenta además con los programas Futuros Egresados, Red Egresados, Becas Universitarias y Ropero Solidario, y con el área de Voluntariado.
La Red Educar Forestando, junto con el programa homónimo, pertenecientes a la Fundación Acude, son otras de las iniciativas beneficiadas con los débitos solidarios. Desde hace casi 30 años, Acude tiene por objetivo que los niños aprendan a cuidar el ambiente produciendo y plantando árboles, para lo cual capacitan a maestras de nivel inicial y primario.
“Nuestro diagnóstico es que vivimos en una crisis de cuidado. No cuidamos nada. ¿Por qué árboles? Porque para trabajar cambios de conducta, primero hay que trabajar sobre la información, pero eso no alcanza. La información llega a la cabeza, pero hay que alcanzar al corazón, donde solo se llega con la vivencia, con algo que ayude a estimular la sensibilidad, y ahí entran los árboles. Porque cuando sembrás una semilla y ves que crece, te conmovés, y eso el niño lo absorbe”, explica Rafael Kopta, presidente de la institución.
El año pasado, la Red alcanzó a 376 docentes y 8479 niños en 155 instituciones educativas de 81 localidades de Córdoba, Santiago del Estero, Jujuy y Mendoza, quienes produjeron y plantaron 8500 árboles. “Trabajamos sobre cinco valores: el cuidado por los recursos naturales, el valor de la participación, la solidaridad –ya que la inmensa mayoría de los árboles no se plantan en terrenos propios–, la tolerancia –porque el trabajo en el vivero hace que los niños empiecen a entender que somos diferentes– y el quinto valor, que es la visión a futuro, porque desde una semilla se puede proyectar un árbol, se lo puede imaginar. Y el desafío es poder ver más allá”, concluye el especialista.
Otra de las misiones con gran trayectoria en todo el país es la de Manos Abiertas. Desde hace 27 años se proponen, a través del voluntariado, servir y promover a los más necesitados, mejorando su calidad de vida y suavizando las situaciones de pobreza, dolor y soledad, interviniendo con obras y programas en espacios que están desatendidos e ignorados. En Córdoba llevan adelante 12 obras donde acompañan y asisten mensualmente a más de 750 personas, entre niños, adultos, ancianos, enfermos y familias. “Para hacer todo esto posible, contamos con más de 900 voluntarios y personal profesional; así como con la provisión de recursos materiales y económicos. Actualmente, en Córdoba tenemos 5800 amigos donantes, de los cuales el 70 por ciento dona a través de Naranja”, comenta Natalia Muiño, responsable de Desarrollo Institucional y Recaudación de Fondos de Manos Abiertas Córdoba. “Lo más complejo es conseguir los recursos económicos mensuales para el mantenimiento y los costos operativos (laborales, impositivos, de servicios) que otorgan sustentabilidad en el largo plazo. La importancia del programa Débito Solidario es que nos permite contar con ingresos previsibles para afrontar estos costos mensuales, pero fundamentalmente se trata de pequeños gestos con gran amor”, resume Muiño.

¿CÓMO ADHERIRSE?

Para darse de alta en el programa, la organización debe contar con al menos dos años de antigüedad, tener un foco de trabajo que involucre a niños de 0 a 14 años o a comunidades que los incluyen, y poseer proyectos que responden a necesidades relacionadas con problemáticas de salud, alimentación, educación o vivienda. Luego se debe completar un formulario, disponible en www.naranja.com, y presentarlo en la Casa Naranja más cercana junto con una carpeta institucional, donde los Colaboradores informarán cuáles son los pasos por seguir.